A estas alturas, todas sabemos que el Omega 3 es bueno. Estos ácidos grasos pertenecen al grupo de las grasas o lípidos saludables, que se encuentran en algunos vegetales y pescados. Gracias a sus características físicas y químicas, los omega 3 actúan en el organismo, cumpliendo funciones esenciales que permiten el normal funcionamiento en diferentes procesos fisiológicos.
1) Enfermedades cardiovasculares
Estos ácidos son capaces de reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares, prevenir las arritmias, reducir el riesgo de trombosis, disminuir los niveles de triglicéridos, inhibir el crecimiento de placas arterioscleróticas, mejorar la función endotelial vascular, reducir la presión arterial y la inflamación en general. Además, pueden disminuir la muerte súbita por paro cardíaco.
2) Diabetes Mellitus asociada con enfermedades cardíacas
Disminuyen la incidencia y mortalidad de enfermedades cardiovasculares en pacientes con diabetes, al disminuir los triglicéridos, agregar plaquetas y efectos antiarrítmicos.
3) Artritis reumatoide
Disminuyen el número de articulaciones con dolor, típicas de la artritis.
4) Dolores de la menstruación (dismenorrea)
Estos ácidos grasos mejoran los períodos dolorosos y disminuyen la necesidad de tener que usar medicamentos para el dolor tales como los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINEs).
5) Osteoporosis
Los Omega-3, solos o en combinación con calcio, retardan la pérdida de masa ósea y aumentan la densidad en el hueso del muslo (fémur) y la columna vertebral en las personas de edad avanzada con osteoporosis.
Fuente: Infobae

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