Cuando se acaban las vacaciones muchas sufren del síndrome post vacaciones. Este síndrome se caracteriza por el sentimiento de imposibilidad de volver a la rutina luego del descanso.
Sea como sea, con síndrome post vacaciones o sin él, lo cierto es que debemos volver a la rutina cueste lo que cueste. Lo importante para evitar este síndrome y volver a la normalidad lo mejor posible es no ser exigentes con nosotras mismas. No debemos sentir que somos imprescindibles para hacer las cosas. En este plan, aprender a pedir ayuda es un paso muy importante.
En algunos casos la rutina es aburrida o nuestro ambiente laboral resulta ser inadecuado. En estos casos es más común que se sufra de este síndrome. Otro factor que puede incidir es el estrés interno generado por la propia mente, a través de las cosas negativas que nos decimos a nosotras mismas sobre el trabajo o la rutina en general.
Para enfrentar este estado es importante adquirir una actitud activa para comenzar el cambio y modificar los pensamientos y emociones negativas. Así es necesario otorgar relevancia a lo positivo que el trabajo aporta, y aprender a tener vínculos más sanos con los que están alrededor.
Otra alternativa es hacer un cambio de rutina. Si se realizan actividades placenteras a lo largo del año la rutina se volverá más llevadera.
Por último lo más importante: ser más positiva. Integrar a la vida cotidiana todo lo bueno de nuestra personalidad y no sentirse abatida por la rutina.
Imagen: Siempre mujer

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