A poco de empezar las clases es frecuente que se reavive en los niños el fantasma del estrés escolar por las tareas, la aparición de nuevos amigos, la necesidad de organizarse y de volver a implementar una rutina diaria. Para ayudarte a evitar que esto afecte a tu hijo, te dejamos una serie de tips. A ponerlos en práctica!
- El primer paso es identificar el origen de la situación de estrés y conflicto. Si es que se trata de que el inicio de clases le genera una presión muy alta, o las expectativas son muy grandes, cuenta con baja autoestima o exceso de actividades extraescolares por lo cual experimenta fuerte cansancio, etc.
- Una buena idea es organizar la rutina. Así podrás ayudarlo en la organización de las tareas, establecer un horario fijo con algunos espacios destinados al descanso.
- No lo critiques ni lo retes cuando se equivoque. Es mejor intentar descubrir juntos dónde estuvo el error para tratar de evitar que se repita.
- Asegúrate de que tu hijo duerma y descanse lo suficiente ya que de lo contrario podría sentirse más irritable y nervioso durante el día.
- Pasa tiempo de ocio con él. Intenta establecer una comunicación libre que lo ayude a decir lo que siente sin temor a ser juzgado o criticado.
- Cuando detectes alguna de las causas de su estrés o ansiedad, escúchalo con atención e interés y ayúdalo a que tome la iniciativa en intentar resolver las situaciones que le causan estrés.
- Trata de ayudar a tu hijo a manejar sus emociones y comprender que los problemas son oportunidades de aprendizaje y crecimiento.
- Ante la presencia de un malestar o síntoma físico, acude a su pediatra.
Fuente: Univisión

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